Un espacio que hemos creado a nuestra medida y con la idea de aportar también algo al lugar donde vivimos. Por esta puerta entran sacos de pieles y salen productos terminados para que la gente los use; nos gusta mostrar el proceso de elaboración cuando recibimos visitas; pero si no puedes pasarte por aquí, te enseñamos un poco a continuación

Ya desde la cristalera se ve lo que queremos resaltar: que puedes comprar una gran variedad de productos de piel, que están hechos aquí mismo y que al entrar queremos que veas cómo los hacemos.

Es en cierto modo una evolución del antiguo taller de la calle Cristo. A un lado, la zona de exposición, donde vamos colocando las piezas terminadas; al otro, el taller, que se puede ver en su totalidad. Bueno, y a nosotros trabajando el él.

La estantería de pieles, la mesa de corte — donde también impartimos los cursos — o las máquinas antiguas que hemos ido recuperando de talleres que cerraron... Todo está a la vista. Y no exageramos si decimos que casi todo el mundo que entra por primera vez se maravilla de encontrar un sitio así. Al menos eso nos dicen y, la verdad, no nos cansamos de oírlo.

Aquí todos hacemos de todo. Cortar, montar, coser, limpiar, diseñar, atender al público. Por eso las personas con las que hablarás al entrar somos las mismas que estamos fabricando; nos parece que así es mucho más interesante para ti y para nosotros.