Podemos fabricar tanto modelos nuestros como ideas del cliente. En el segundo caso es imprescindible un breve proceso de codiseño, en el cual adaptaremos esa idea a nuestra forma de trabajar y sacaremos un patrón que funcione bien.

Nunca hacemos diseños especiales para una sola pieza, ya que el proceso de ajustar un patrón no sale a cuenta. Las cantidades mínimas dependen del modelo y varían entre las 10, 25 o 100 piezas, sobre todo dependiendo del tamaño.

Podemos estampar un logotipo, un dibujo o un texto. Siempre mediante sello seco, que consiste en aplicar calor y presión para que sea la propia piel la que adquiera el relieve y se oscurezca. Para ello hay que encargar un sello con la imagen que nos proporcionéis y que tiene la ventaja de poder usarse después casi para siempre.

Tenemos por norma utilizar solo nuestras pieles. Las conocemos bien y tenemos siempre gran variedad de tipos y colores. En el caso de necesitar un color o acabado especial, podemos buscarla y comprarla — si la cantidad es suficiente como para aprovecharla — pero siempre desde el taller.

Una vez aprobado un modelo, haremos un presupuesto, ¡no antes!, y confirmaremos un plazo de entrega. Si hacemos una muestra, solemos cobrarla al doble del precio presupuestado y para nuevos clientes tenemos por norma pedir la mitad del presupuesto por adelantado.